Si me concentro aun puedo notar tu aliento sobre mi almohada,
mis sabanas suspiran por el calor de tus labios
y mis sueños humedecen tu recuerdo.
Quiero bailar al son de tus jadeos,
beber de tus muslos el jugo de tu cuerpo…
derribar tus defensas y violar los silencios.
Desataste mi deseo para que se consumiera en tu fuego.
Tu placer dejó huellas en mi cuerpo
que no se atreverá a borrar el tiempo;
y ahora tengo guardado un beso junto a dos caricias
que desean arrancar tres jadeos
que conviertan en cuatro espasmos
tus primeros cinco suspiros lentos.
Quiero que tu piel sea el laberinto
en el que se pierda mi razón para nunca volver,
Que tus pechos sean mi camino
y tú entrepierna la que calme mi sed.
Que se enreden nuestros cuerpos
en la cuerda del derroche y el desenfreno.
Quiero ser el capitán y que tú seas mi puerto.
Quiero que mis manos sean las olas de ese mar
y tu cuerpo mi amarradero.
Quién pudiera llamarse Lujuria, y ser acariciada por tus palabras!!
ResponderEliminarSe me cae la baba cuando leo comentarios como este en mi blog..."Quién pudiera llamarse Lujuria, y ser acariciada por tus palabras" GRACIAS!
ResponderEliminarDe nada, sólo espero que entonces lo autorices...,vergonzosa.