28 sept 2012

a quien le pueda interesar


La verdad es que no sé muy bien lo que pretenden estas palabras, tal vez sea un intento de desahogo, al fin y al cabo no concibo mejor terapeuta que una hoja en blanco: siempre preparada, siempre disponible, siempre dispuesta a escuchar.
Ayer, a última hora de la tarde, un simple tuit consiguió que me hirviera la sangre. No me gusta dar nombres, por lo que no mencionare la cuenta de twitter de la que salió, con imagen incluida. Lo que si os diré es más o menos lo que decía. El tuit en cuestión hacía referencia a la próxima acción que se llevara a cabo el próximo día 29 y venía a decir algo así:



‘el #25S luchamos por ti, si te queda algo de dignidad el #29S estarás en Madrid’
                                                                                                                                                                                                      En primer lugar tengo que decir que no me parece la opción más correcta de intentar aglutinar fuerzas, es más, creo que lo único que consigue es cabrear y separar a todos aquellos que, como yo, estaban haciendo malabarismos para ver si el viaje era factible. Y desgraciadamente, el otro día (soy afortunado y todavía tengo trabajo, como para estar dos días sin ir…) no pude acudir. Me temo que este sábado tampoco.


Antes de continuar quiero dejar clara una cosa. Estas no son líneas de disculpa, o de excusa. El que lo crea así es mejor que deje de leer ahora mismo y no siga malgastando su tiempo pudiendo hacer cosas mejores y más productivas. Se trata tan solo de una cuestión de honor propio. Y si, he dicho honor, no orgullo (son cosas muy distintas aunque más de uno no consiga apreciar la diferencia).
Nadie, y repito NADIE, de los que se concentraron aquel día, ni el día siguiente, ni este sábado puede, ni podrá decir nunca que me representa o que lucha por mí. ¿Por qué? Simple y llanamente porque no se lo he pedido. Por supuesto que apoyo esas acciones, es más, debido a la distancia y otros asuntos (que no le interesan a nadie más que a mí) no estoy en esa manifestaciones, pero me dedico a difundir, a hacérselo saber a la gente con la que me cruzo a diario, a la panadera, a mi madre, a mis compañeros de trabajo…a todos esos que tampoco están en esos eventos e incluso desconocen su existencia o se enteran de los incidentes por televisión o prensa (con lo que ello conlleva). ¿Soy por ello un conformista? ¿Acaso es obligatoria la asistencia a todas y cada una de esas manifestaciones para demostrar que crees que un cambio es realmente necesario o este país se irá a la mierda? No sé desde cuando se entregan carnés de “manifestante VIP", pero podéis quedároslos todos. Mi lucha no consiste en salir en las noticias, o en tener muchos seguidores en twitter. Sinceramente, me parece muy triste presumir de que has estado en una manifestación, y me parece absurda la idea de creerme mejor persona que los que no acuden (sin ni siquiera pararse a pensar si esos motivos son legítimos), e incluso alegar que no mueven el culo, que se nota lo que les importan el resto de las personas o llegar a afirmar que dan un poco de vergüenza. 
Mi honor me impide tan siquiera pararme a considerar esa idea como posible. El orgullo de otros los espolea a hacer saber a todo el mundo que son unos luchadores, unos guerreros que se parten el culo por ti en cada manifestación, arriesgando sus bonitas caras delante de esos perros, amaestrados por una psicópata, que hacen sangrar la democracia, y nuestras cabezas, ojos, narices (o las de nuestros familiares o conocidos) con cada nuevo porrazo, con cada nuevo disparo de esas peloteras que sesgaron la vida de Iñigo Cabacas y han hecho perder tantos y tantos ojos.
Pero creo que me estoy desviando del tema. La “Sr.” Cifuentes tiene el don de cabrearme incluso más que aquellos a los que me refería en el párrafo anterior. 


Pretendemos cambiar una sociedad en la que se nos trata como números, como simples reses de su ganado privado. Queremos deshacernos de ese modelo de sociedad que nos etiqueta, que nos dice  ‘si no haces esto no eres de los nuestros’, ‘ser de los nuestros es la única solución’. Y resulta que ayer me topo con lo que os he contado. Que queréis que os diga, la lucha desgasta, y el camino solo es viable si la fuerza de un compañero se convierte en la resistencia de otro. Queremos ser él %99, pero parece ser que para algunos ese %99 tiene que ser como ellos digan. 
Lo mismo sucede con el tema de las capuchas, el dichoso temita de ir a las manifestaciones con la cara descubierta. ¿Recordáis como iban los mineros que tanto halábamos? Parece mentira que se digan estas cosas, va a resultar que un secreta va siempre encapuchado, o que un encapuchado tiene que ser un secreta. ¿Qué pasa con los que llevan esas bonitas caretas de V de Vendetta que tanto os gustan? No claro, un madero nunca se pondría una máscara de esas. Seamos inteligentes. Yo vivo en el país vasco, y os puedo asegurar una cosa: si acudierais a alguna de las manifestaciones que se hacen aquí y os acercarais a un encapuchado, o a alguien que lleva un palestino o una braga tapándole media cara, al grito de “secreta, secreta”… esa persona no se lo tomaría demasiado bien. Alguien alegaba ayer que lo de ‘los encapuchados’ no es un dogma universal, que era por el contexto actual. Yo digo, si las cosas siguen así… ¿en invierno quien va a ir a esas manifestaciones? Cuando la gente empiece a querer resguardar sus cuellos (que cosa tan ridícula, eso solo lo hacen los secretas para taparse la cara y reventarnos la concentración)… ¿vais a señalarlos a todos? ¿No sería más sencillo, y sensato ya que estamos, vigilar, fijarse en si ese que catalogáis automáticamente de secreta intenta caldear el ambiente de alguna manera, y en ese caso, señalarlo de alguna manera?

Pero claro, todo esto solo son tonterías de un aposentado que vive en un mundo de color rosa en el que todo funciona perfectamente. Solo soy uno más de esos que no mueven el culo, que no les importa el resto de la gente, que solo pone excusas para no salir a la calle y quedarse en su cómodo sofá… uno de esos que da un poco de vergüenza por no acudir a esas manifestaciones en las que otros me representan y luchan por mí.

7 sept 2012

Te invito a mis sueños


En mis sueños corro como el viento dejando atrás el lamento. En mis sueños descansa el tiempo y la felicidad se derrama sin remedio.

En mis sueños retraso el amanecer para permanecer a los remos de la luna, en mis sueños vivo una vida como ninguna.


En mis sueños retraso tu recuerdo amarrándome a tú cintura y jugando a la locura me descarto de una mano sin posibilidad alguna.

En mis sueños soy igual que tu, tu igual que él y él igual que aquel... en mis sueños nunca sucede al revés: él es ella y ella es él.

En mis sueños respira madre tierra del abuso robotizado, y los animales son dueños de sus derechos. En mis sueños su dolor es un sueño.

En mis sueños soy dueño de mis pensamientos, no preso de ellos. En ellos las necesidades son justo lo opuesto.

En mis sueños el respeto no está sujeto a un precio, ni la verdad al miedo. En mis sueños la realidad la pintan mis dedos.

En mis sueños lo importante es el camino y el destino un pretexto para caminar contigo. En mis sueños no existe dinero que compre castillos.

En mis sueños se respira música y se bebe tranquilidad. En mis sueños se piensa antes de hablar pues sabemos que ciertas heridas tardan en sanar.

En mis sueños las guerras son a caricias y besos, no a disparos y tormento. En ellos desaparece el silencio y se alcanzan los deseos.

En mis sueños saber escuchar es igual de importante que hablar y los amigos son reales, no de esos que a la mínima te dejan atrás.

En mis sueños las miradas hablan mientras el orgullo calla. En mis sueños retraso el alba para soñar que te sueño.

En mis sueños... solo siento, solo vivo, solo existo, solo... sueño.