Estoy sentado contra la pared
intentando con total descaro dejar de crecer
y hacer que ese reloj que encajona mi vida deje de correr.
Camino en busca de quien soy,
tras una razón para ser,
aunque puede que me conforme con saber donde estoy
cuando ni yo mismo me alcanzo a ver.
Doy vueltas por callejuelas oscuras
en las que desecho espejismos de claridad
porque yo no creo… porque ellos dudan…
solo espero a alguien que me regale algo de realidad;
Hace tiempo que no busco esa salida que no llegará,
me vale con una invitación a un quizás.
Y rebusco cada noche entre las estrellas
esas palabras adecuadas con las que juego al escondite,
las encuentro les coso mis sueños a sus faldas
para recordarlas cuando las necesite.
Busco entre los espejos el reflejo que mejor me siente
para romperlo en trocitos que quepan en mi bolsillo
y poder llevarlo conmigo, tenerlo siempre presente.
Pero mientras no lo encuentre, mientras no suene mi canción
reduciré mi vida a cenizas y alcohol
y tal vez un día me tropiece en alguna sucia esquina
con ese recuerdo de una vida que una noche escapó de mi colchón.