22 nov 2012

Carta de navidad


Querido Olentzero, Papá Noel y Reyes Magos, 

os escribo a los tres porque este año quiero pediros algunas cosas un poco complicadas, pero no imposibles, y porque creo que juntos se consiguen más cosas que por separado. 
Este año he sido muy bueno, o todo lo bueno que me han dejado ser. He intentado ser amable con todo el mundo a pesar de que el mundo cada día es menos amable; he procurado ayudar a los que han pasado por mi vida, aunque algunos ya no estén a mi lado; he ayudado a los pequeños comerciantes de mi barrio para que pudieran hacer frente a la crueldad de las grandes superficies. Acudí a más de una manifestación en las que grité a pleno pulmón que mis derechos, y los del resto no pueden estar sujetos a lo que dicten los mercados. He luchado por abrir los ojos de aquellos que se dejan engatusar por huecas palabras escritas en prensa o dichas por los medios de desinformación... Por todo ello quiero pediros lo siguiente:

- Para mi hermana un profesor que pueda enseñarle todo lo que me enseñaron a mí en la educación pública.

- Para mi madre que un médico que pueda atenderla sin decirle que esas pruebas ya no las cubre la seguridad social.

- Para mi hermano un trabajo digno, de esos que supuestamente iba a crear la reforma laboral.

- Para mi abuela que no le recorten una pensión que ya de por su casi no le da para repagar sus recetas médicas.

- Para mi novia un respiro de la banca para que no tenga que vivir acechada por la larga sombra de los desahucios.

- Valor para que las mujeres denuncien a aquellos hombres se empeñan en degradarlas física y psicológicamente. 

Por último, para mí, te pido un abogado que me defienda sin tener que vender un riñón para pagarlo, porque sí no consigo lo anterior seguramente lo necesite la próxima vez que salga a la calle a luchar por mis derechos.

P.D. Hay una última cosa que me gustaría pediros: libertad y justicia para Gaza.