Hoy le dio por soñar,
y soñó que su sueño era real:
que existía una escalera hacia las estrellas
y un camino a Nunca Jamas;
Hoy le dio por soñar...
hoy se olvidó de su miedo a volar.
Hoy ha decidido salir a comerse el mundo
y olvidarse de su destreza para la torpeza,
ha decidido no alimentar con más de un segundo
el voraz apetito de la tristeza.
Hoy dejó que floreciera un ideal,
que germinara una simple sonrisa;
Dejó atrás su gris realidad
y echó a correr para que no lo pudiera alcanzar.
Hoy se lo tomó todo sin prisa...
hoy mató sus ansias por llegar.
Hoy se olvidó de las palabras gastadas,
de esas que se amontonan en las esquinas,
para ir en busca de esas otras olvidadas
que aguardan rodeadas de espinas.
Hoy comprendió que el tiempo no es sincero,
y que lo eterno de un momento es difícil de borrar;
aprendió que un beso solo es honesto
cuando es el alma la encargada de besar.
Hoy aprendió que el mañana es incierto...
y que el ayer nunca regresará.
Y puede que mañana se haya olvidado de todo esto,
o quizás no recuerde como se hacía eso de soñar;
pero por mucho que golpee el tiempo,
su corazón luchará por vivir en libertad.