A ti, mujer, que soportas el maltrato de un mundo que sostienes sobre tus hombros
te presento mis respetos y mi asombro.
A ti que siembras el bien y arrancas de cuajo el enojo ,
a ti que caminas con paso firme aun con los ojos rojos por lágrimas que no derramas por antojo.
A ti que a pesar de no ser el tiempo quien mas desgarra
dibujas sueños con tan solo una mirada;
A ti que lo das todo a cambio de nada y solo reclamas ser amada
y por todo ello debes ser respetada.
Muy bueno Jesu tu magnifica descripción/homenaje a la abnegada compañera, bien como madre, bien como esposa o bien como abuela; siempre presente siempre disputa, que todo lo da y con poco se consuela.
ResponderEliminarUn abrazo y adelante.